TEMA: “Del llanto hacia la alegría”
Salmo 30:5 “Porque un momento será su ira, Pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, Y a la mañana vendrá la alegría”
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Los procesos de la vida cristiana
- En nuestros programas de oración buscamos mayormente una palabra que nos permita una reflexión y nos ayude a dirigir nuestra oración y nuestro clamor a Dios. Conscientes, por una parte, que necesitamos el consejo de Dios y su palabra para nuestras vidas y por otra, orar con el entendimiento es un buen ejercicio pues podemos comprender de mejor manera lo que estemos viviendo y saber cómo pedir delante de Dios.
- Tomar en consideración que la vida cristiana no es sólo de victorias y de respuestas oportunas como quisiéramos muchas veces, sino que también, el transitar de la vida de creyente tiene procesos que nos ayudan a crecer. Es lo que siempre procuramos poner de relieve en nuestras pláticas a la hora de la oración.
- El salmista dice “Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de ti, y esperaré” (Salmo 5:3) Presentarse delante de Dios es también una actitud reflexiva y sincera. Y esto es antes de presentar nuestro clamor; es una forma de análisis, de recuento acerca de cómo estoy delante de Dios y cómo me siento. Esta acción nos permite descubrir cómo vengo delante de Dios y mi sincero motivo de oración.
- En esta oportunidad queremos hacer precisamente esta reflexión relacionada con las transiciones de vida, donde tal vez podamos estar viviendo un momento de prueba; no obstante, Dios está en medio de esa prueba ayudándonos a comprender el por qué, de esta vivencia que de seguro es para nuestra edificación.
- La porción de la palabra del Señor hoy tiene dos metáforas importantes, las que podemos asociar a los procesos de vida y que veremos en nuestra segunda parte. Una de ellas es “la noche y el lloro” y la otra es “la mañana y la alegría”
- Señalar, que estas metáforas nos acompañarán toda la vida, de acuerdo con lo que dice el salmista en el salmo que hemos citado. En la noche y en la mañana, el Señor con su Espíritu está presente con los que en Él esperan.
La vida se desarrolla entre la noche y la mañana
- El salmista dice que la ira de Dios, la que podríamos denominar su justicia, es por un momento; pero el favor de Dios es para siempre. Luego de ello, menciona la metáfora de la noche asociada al lloro y termina con la mañana, cuando sale el sol y llega la alegría; es decir, nace el sol de justicia sobre quienes esperan en Dios.
- Pero ¿qué hay de la noche? Es un muy ejemplo para asociarlo a los tiempos de prueba. Ha notado usted que es frecuente que al llegar la noche se hagan sentir las enfermedades, se agudicen los síntomas e incluso hay incertidumbre por el solo hecho que estemos de noche. Por ello, está bien asociado lo que nos muestra el salmista diciendo que “por la noche durará el lloro”.
- Si la noche la asociamos con el tiempo de prueba, es ciertamente un tiempo difícil personal o familiar que podemos vivir. Y nos preguntamos en tantas ocasiones: ¿por qué nuestra noche no termina?, es decir, el tiempo de prueba. Y este tiempo de prueba trae consigo el llanto, como lo dice el salmista. Es el momento donde las fuerzas se acaban y pareciera que no hay respuesta de Dios para nosotros.
- Si ponemos atención a la palabra de Dios en esta ocasión, nos presenta a lo menos tres reglas: a) la ira de Dios es por un momento para el ser humano; b) el favor de Dios dura toda la vida; y, c) que habrá tiempo de noche y lágrimas para cada uno de nosotros como parte de la vida. Por último, nos dice que la noche en algún momento termina y llaga la mañana, donde viene a nosotros la alegría.
- Comprender estos principios podría ayudarnos a tener una perspectiva distinta de estos procesos que se nos presentan a cada uno de nosotros.
- Querida audiencia, queridas hermanas y hermanos. Si estamos viviendo un tiempo de noche para nuestra vida, no olvidemos que está a nuestra disposición la provisión del Espíritu Santo para nosotros. Quisiéramos evitar este tipo de procesos, pero nuestra fe, más preciosa que el oro, el probada en momentos de angustia para sacarnos a victoria.
- Dios quiere hoy recordarnos, a través de la reflexión de su palabra, como nos dice el salmo 30:5 que “su favor dura toda la vida” Si persistimos en confiar en Dios, pasaremos nuestra propia noche fortalecidos en Él. Ahora bien, la noche no es eterna; debe amanecer en nuestras vidas. Llega la mañana y la alegría inunda nuestro corazón porque no es una alegría pasajera, sino que es la que Dios nos ofrece darnos.
- Queridos amigos y hermanos. El Señor nos invita a que tengamos esperanza en el tiempo de nuestra propia noche, pues Jesús, el Hijo de Dios, es el lucero de la mañana. Dice su palabra en Proverbios 4:18: “Más la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto”
- Jesús es nuestra mañana, el lucero que alumbra nuestros corazones. Para que comprendamos el propósito de Dios. Es verdad también que en medio de la prueba no entendemos el por qué de lo que vivimos; pero su palabra viene a aclarar nuestro corazón y nuestro entendimiento. No nos quedemos en nuestra noche, vengamos a la mañana donde está Jesús, quien es nuestra alegría.
Radio La Noticia Buena