Israel y la esperanza de los gentiles

                          Israel es un pueblo con una gran historia que data del siglo 12 AC. A través de los siglos, ha sido una nación que ha vivido siempre luchando contra sus enemigos. Un pueblo llevado en cautiverio, desterrado de su tierra (Año 70 DC) y esparcido entre las naciones (La diáspora). Experimentó en la época moderna la persecución y el llamado “holocausto”, donde murieron millones de judíos a manos de Hitler. Pero de acuerdo a las promesas de Dios, Israel retorna a su histórica tierra y se establece como nación en el año 1948, de acuerdo a un decreto de la ONU. Este hecho debe ser un testimonio al mundo, de que realmente es un pueblo especial y las promesas bíblicas no son solo historia. Con todo, renace nuevamente y sigue en pie hasta hoy, como una nación influyente y poderosa.

Entre algunas características del pueblo judío esta su tradición religiosa, la que ha sido fundamental durante toda su historia; monoteísta, se rige por la Torah (תורה) compuesta por los cinco primeros libros de la biblia o pentateuco. Considera a Jehová Dios como el Dios de sus patriarcas, el Dios eterno; Dios de Abraham, Isaac y Jacob. Actualmente, Israel se destaca por su poderío bélico como también su gran desarrollo científico en la mayoría de las áreas del saber.

Ahora bien, el relato del antiguo testamento nos señala la historia de un pueblo y su Dios, que mediante un pacto y promesas se relacionan; donde Israel constantemente se comporta como un pueblo infiel y Dios como un Padre perdonador y misericordioso.  A pesar del carácter de esta nación, para Dios sigue siendo un pueblo especial y escogido. Sin embrago, respecto de Jesús como el Mesías, Israel no le reconoció; más bien, le rechazó y le crucificó.  En este hecho es donde se centra la plática de hoy.

Israel rechaza al Mesías y con esto, los llamados “gentiles” pasan a cobran gran importancia, puesto que son ellos quienes reciben y creen al mensaje de salvación que Jesús trae al mundo. Los gentiles ahora y en especial la Iglesia de Cristo, pasan a ser protagonistas del trato divino, sin perjuicio de que la nación de Israel siga vigente en los planes de Dios de acuerdo a las escrituras.

La base bíblica se encuentra en la carta de Pablo a los Romanos 15: 8-10 y 12-13

  • Pues os digo, que Cristo Jesús vino a ser siervo de la circuncisión para mostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas hechas a los padres,
  • y para que los gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia, como está escrito:    Por tanto, yo te confesaré entre los gentiles, Y cantaré a tu nombre. 
  • 10 Y otra vez dice:  Alegraos, gentiles, con su pueblo. 
  • 11 Y otra vez:   Alabad al Señor todos los gentiles, Y magnificadle todos los pueblos. 
  • 12 Y otra vez dice Isaías:  Estará la raíz de Isaí, Y el que se levantará a regir los gentiles; Los gentiles esperarán en él. 
  • 13 Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.
  1. Las promesas a Israel y su restauración. El apóstol Pablo explica de manera extensa el plan de Dios para el pueblo de Israel. Señala que Dios no ha desechado a Israel, si no que sigue en el programa divino de su restauración espiritual como una promesa. Romanos 11: 1-2b
  • 1Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín.
  • No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció

Existe también un remanente que ha permanecido por gracia y este volverá a hacer la voluntad de Dios. Es así, que el rechazo al Mesías por parte de Israel, vino a ser la oportunidad para que los gentiles pudieran alcanzar la gracia de Dios y la salvación. Pablo lo da como un ejemplo. Romanos 11:13

  • 12 Y si su transgresión es la riqueza del mundo, y su defección la riqueza de los gentiles, ¿cuánto más su plena restauración?

De acuerdo a las escrituras, en el calendario profético Israel como nación será restaurada en el propósito de Dios.

  1. ¿Quiénes son los gentiles y el propósito de Dios en ellos? El plan de salvación Jesús lo expone en el evangelio de Juan extensivo a todo el mundo.  Capítulo 3 verso 16: “16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”

Ahora bien, desde la perspectiva judía, los gentiles son explícitamente los “no judíos”; hay en este sentido una cierta distancia que Israel toma respecto de otros pueblos, y es porque serían los “no circuncidados”. Sin embargo, para Dios no hay excepción de personas, ni raza, ni nación; Dios ama a todos por igual y busca la salvación de todo el mundo.  El apóstol Pablo de hecho se considera “apóstol de los gentiles” y enviado a ellos para salvación. Entonces, Dios en este caso, pone su mirada en los gentiles que son objeto de su amor y misericordia.  Ahondando en ello, Romanos 10:20 y 21 dice:

  • 20 E Isaías dice resueltamente:Fui hallado de los que no me buscaban;
    Me manifesté a los que no preguntaban por mí. 
  • 21 Pero acerca de Israel dice: Todo el día extendí mis manos a un pueblo rebelde y contradictor.

En el evangelio de Juan capítulo 1 versos 11 y 12, se abre la promesa de salvación a todos los que creen y le reciben. Por tal motivo, aquí estamos “nosotros” en los confines de la tierra; hemos recibido el mensaje de salvación y lo hemos creído. Por tanto, los gentiles, los “no judíos”, han alcanzado promesas por la gracia de Dios y la fe en su hijo Jesucristo. Por ello, hoy damos gracias a Dios, porque esta bondad que era para Israel, vino a ser para nosotros también; implica nuestra inclusión y salvación por medio de Jesús el Hijo de Dios.

  • 11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.
  • 12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;

En este punto volvemos a poner énfasis, en que nosotros los gentiles vinimos a ser incluidos en la gracia de Dios. Entonces, ¿cuál es la esperanza de los gentiles?  Diremos que: “Cristo es la esperanza de los gentiles, los que hemos creído en su nombre. (Romanos 15:12) 12 Y otra vez dice Isaías:  Estará la raíz de Isaí, Y el que se levantará a regir los gentiles; Los gentiles esperarán en él. 

Luego señala el verso 13 del mismo capítulo: 13 Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo. Como hemos señalado en otras ocasiones; no estamos solos ni desamparados y no somos extranjeros ni advenedizos. Tenemos al Dios de toda esperanza con nosotros.

  1. Los programas divinos para los pueblos. Siendo más específico desde un punto de vista teológico, los pueblos o grupos de personas de acuerdo al plan divino, son tres los que señala la escritura: 1ra de Corintios 10:32
  • 32 No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios;

Hemos visto el caso de Israel considerado el pueblo de Dios, el cual cuenta con un plan de restauración con Dios al fin de los tiempos. Por otra parte, los gentiles que por gracia han recibido el mensaje de salvación, serán salvos si creen el mensaje de salvación. De este grupo nace la iglesia, la cual ya dijimos que es el “cuerpo de Cristo”.  Para cada grupo, Dios tiene un plan de salvación.

Resumen:

  • Israel claramente es el pueblo de Dios elegido. Aun y cuando no ha sido fiel y rechazó al Mesías enviado, Dios tiene un plan de restauración para esta nación.
  • De acuerdo a la Palabra de Dios, el rechazo de Israel al Mesías enviado, vino a ser la inclusión de los gentiles, los “no judíos” en el plan de salvación. Los gentiles forman parte de la iglesia de Jesucristo y gozan de la esperanza de redención.
  • Con todo, Dios tiene un programa de restauración para estos tres pueblos: Israel, los gentiles y la Iglesia de Cristo. En el caso de los gentiles, tienen hasta el fin de los tiempos la oportunidad de salvación, si creen en Jesús el Señor.
  • Alegrémonos los gentiles, pues ha venido a nosotros el Dios de toda esperanza y la salvación de su Hijo Jesucristo a nosotros. ¡Gracias Señor!  Romanos 15:10 y 11

Pr. Gabriel Acosta G.