Tema :“Venid a mí los trabajados y cargados, os haré descansar”
Mateo 11:28 “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”
El llamado de Jesús
- Uno de los contenidos más importantes del mensaje que predicó el Señor en su ministerio en la tierra fue: atraer la atención y que las personas se acercaran a escuchar el mensaje de salvación que Él traía para todos los hombres.
- Si recordamos las palabras del libro de Juan en el capítulo 3 y el verso 16 que nos dicen: “de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo unigénito” Esta declaración por parte de Jesús, viene a marcar un importante hito para el mundo, pues la misericordia y el amor de Dios se acercaban para salvación de la humanidad.
- Uno de los llamados más significativos del Señor, aparte de las bienaventuranzas en el sermón del monte, fue este que precisamente comentamos en esta ocasión: “venid a mí”. Inmediatamente surge la pregunta: ¿quién desearía venir a los pies de Cristo? Y ¿por qué?
- En esta oportunidad veremos estas dos respuestas. Jesús invita, y esta invitación es abierta, amorosa, llena de misericordia y comprensión, pues en todo tiempo. antes y ahora, Jesús, el Señor, busca la paz y el descanso de los agobios de este mundo para el ser humano.
- Acercarse al Señor, venir a Jesús es una decisión. Es de alguna manera rendirse y decirle al Señor que efectivamente necesitamos de su pastoreo, de su amor y salvación. Él está dispuesto a escuchar nuestro clamor.
- Entonces, venir a Cristo no es algo que está implícito al escucharlo, escuchar su palabra; sino que es levantarme de mi situación y caminar hacia Jesús. En esta primera parte del programa, queremos poner énfasis en saber quién acude al llamado del Señor. Este “venid a mí” está más vigente que nunca, pues el amor y el poder de Cristo no ha cambiado.
Los trabajados y cansados de la vida
- Continuando con nuestra temática hoy, en esta segunda parte también debemos hacernos dos preguntas: ¿Quiénes son los cansados y trabajados? O ¿de qué podemos estar trabajados y cansados? Por cierto, la respuesta no tiene que ver con el trabajo físico o intelectual que desarrollemos, sino más bien con el esfuerzo que podemos estar haciendo desde nuestro interior, ya sea espiritual o emocional, para enfrentar la vida.
- Queda claro que es un arduo trabajo resolver tantas cosas en la vida, sin caer en la angustia y sin que nuestro espíritu se agobie. La verdad es que es un gran esfuerzo mantener el temple, la constancia, la fe, en tiempos difíciles. De este desgaste y cansancio es del que nos habla el Señor en este día.
- El trabajar en ser mejor persona es una batalla emocional diaria; sumado a ello, la congoja de nuestras propias metas, planes y proyectos. Sin embargo, no hay descanso sino en Dios. Eso es lo que el Señor nos quiere decir en el programa de hoy.
- Lo que destacamos hoy, es que la palabra del Señor nos hace esta tan dulce invitación a los trabajados y cansados. Pero el Señor no sólo identifica a estos dos grupos, sino que les hace una promesa de amor: “Yo os haré descansar”
- Podemos poner como ejemplo, cuando cualquiera de nosotros llega de sus labores de regreso a casa, lo único que desea es precisamente esto: “descansar en el hogar”; el hogar es un lugar de confianza donde podemos decir lo que nos ocurre, podemos hablar sinceramente.
- He aquí el Señor es quien nos habla. He aquí sus brazos de misericordia para que dejemos de luchar con nuestras propias fuerzas por resolver tantas cosas que nos presionan; sin embargo, hoy, el amor de Cristo realmente nos constriñe. Hoy es tal vez nuestro día, donde el Señor nos dice que dejemos nuestro afán, que dejemos de esperar en nuestra fortaleza humana, para descansar en Cristo el Señor.
- ¿Cuánto hemos luchado por nosotros mismos? ¿cuánto hay de nuestras propias fuerzas que han quedado en el campo de batalla? Jesús ha alzado la voz muchas veces para llamar a personas de manera individual, como también lo ha hecho a viva voz a muchos; hoy el Señor le llama a usted, por su nombre y apellido. No se quede atrapado en sus argumentos y en su propia manera de luchar en esta vida; acudamos al llamado del Señor.
- Recordamos cuando el Señor llamó al ciego Bartimeo para sanarle. Los que estaban a su lado le dijeron: “ten confianza, te llama” (Marcos 10:48). Es así, el Señor nos llama a descansar, a tener paz en nuestro corazón. Este es nuestro momento. Vengamos a los pies de Cristo.
Radio La Noticia Buena, 2022