TEMA: “El Señor es mi pastor”
Salmo 23:1-4
“Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo. Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.”
Play aquí
Quien es el pastor y sus promesas
- La labor de un pastor de ovejas en el campo es muy característica y su función se centra en cuidar de las ovejas; que no les sobrevenga algún daño, darles a beber agua, buscar pastos adecuados, como también, al final de cada jornada, llevarlas al redil para su resguardo.
- El salmista hace una reflexión personal y una proclamación a su vez en este salmo 23 que hemos leído. Y él llega a esta conclusión: Jehová el Señor es mi pastor, y nada me faltará.
- Ahora bien. La reflexión del salmista en esta noche puede ser la suya y la nuestra. Saber que el Señor está dispuesto a proveer y a cuidarnos de los males de este mundo, implica un acto de fe de nuestra parte.
- El salmista identifica a Jehová el Señor como su pastor. Nosotros esta noche identificamos a Jesús como el buen pastor; Él mismo lo declara en el evangelio de San Juan 10:11, cuando dice: “Yo soy el buen pastor”; y que, además señala: “el buen pastor, su vida da por las ovejas”.
- Para nosotros, Jesús, como el buen pastor, viene a mostrarnos y a revelarnos la gracia de Dios y la salvación. No tan sólo el cuidado, sino que, la salvación de nuestra alma. Esta noche nos habla al corazón el buen pastor, que es Jesús el Señor. Escuchemos atentamente qué nos dice a cada uno de nosotros.
Los cuidados del pastor
- Es importante saber qué es ser una oveja del rebaño del Señor. Las ovejas normalmente siguen al pastor se dejan guiar, porque en lo práctico, él las llevará a buenos pastos y abrevaderos donde encontrarán su alimento.
- En el caso nuestro, la reflexión del salmista esta noche, podemos hacerla nuestra y dejarnos pastorear por nuestro buen pastor que es Jesús. Entregarnos en sus brazos, pues Él nos hará descansar, como dice su palabra.
- ¿Qué encontramos entonces al amparo de nuestro Pastor?
- Encontramos provisión, pues, “nada nos faltará” dice el salmo
- Aguas de reposo, donde seremos pastoreados
- De acuerdo al salmista, dice: “confortará mi alma”. Hoy son tiempos donde nuestra alma se ha sentido abatida, triste o angustiada muchas veces. Hasta el más fuerte en estos tiempos ha sido afectado con todo lo que hemos vivido como nación y el mundo entero. Confortar el alma no es cosa menor; ni los bienes o cosas materiales, han logrado alegrar el alma de muchas personas en este tiempo. Sin embargo, el Señor se presenta como quien puede confortar el alma triste en esta noche.
- Dice además que, “nos guiará por sendas de justicia, por amor de su nombre”. Es tan importante sentirnos que andamos caminos de rectitud, buscando hacer el bien a nuestro prójimo, como también agradando el corazón de Dios. De esta manera, el Señor nos lleva como nuestro pastor, por estas sendas correctas, por estos caminos adecuados para no desviarnos hacia donde no nos conviene.
- La convicción de las ovejas que siguen a Cristo, el buen pastor, pueden declarar tal como el salmista dice: “aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno”. Es precisamente la confianza en el Señor, en medio de la incertidumbre que hoy vive el mundo, la que tenemos que afianzar, pues, pase lo que pase, venga lo que venga, hay un pastor que cuidará de nosotros, que nos alentará en el día malo; su nombre es Jesús, el Señor. ¿Estamos dispuestos a confiar en Él?
- Que repose nuestra alma y nuestro corazón en nuestro Señor. Entreguemos nuestro corazón a su pastoreo. Tomemos confianza en su palabra, pues no nos dejará ni nos desamparará.
- ¿Qué debemos hacer en estos tiempos difíciles? No nos apartemos del redil. No tomemos otros caminos que nos expongan a experiencias ingratas. Tengamos paz y permanezcamos al amparo de nuestro buen pastor.
Radio La Noticia Buena