TEMA: “Una experiencia camino a Emaús”  San Lucas 24:13-32

                                   La experiencia de caminar a Emaús

  1. Emaús era una aldea que quedaba a 12 kilómetros de Jerusalén y Emaús significa: “primavera templada”.
  2. Lo que veremos en esta ocasión sobre el pasaje bíblico, es la significancia y experiencia que tuvieron los caminantes a Emaús; tanto en el camino, como al llegar a su hogar.
  3. Qué enseñanza y qué riqueza espiritual nos puede dejar a nosotros, es lo que veremos a continuación.
  4. El contexto del relato es que estaba la noticia de la muerte de Jesús y todo lo que significó este momento para todos sus discípulos que habían creído en su palabra.
  5. Mientras ellos caminaban, sin percatarse que Jesús era quien se había sumado al camino junto a ellos, Él les hace una gran pregunta acerca de qué conversaban y por qué estaban tristes.
  6. El hecho de la muerte de Jesús había sido algo muy traumático y difícil para la comunidad de creyentes. Del mismo modo, cada uno de nosotros precisamente transitamos nuestro propio camino a Emaús, pensando y viviendo nuestros propios problemas que nos aquejan.
  7. Al igual que estos caminantes del relato, pensamos que llevamos una carga en el trayecto, de dificultad y de pesar, no considerando que en medio de ese tránsito, el Señor, ¡de todos modos¡ va junto a nosotros.
  8. Vaya también la misma pregunta para cada uno de nosotros esta noche, de acuerdo a lo que estemos viviendo: ¿Por qué estás triste? ¿Por qué estamos tristes? si también Jesús el Señor, de todos modos camina a nuestro lado?.

                         Jesús nos habla de camino a Emaús y en Emaús

  1. En medio de la dificultad y la tristeza de los caminantes del relato bíblico, Jesús comienza a mostrarles las Escrituras desde Moisés, pasando por los profetas, y les interpela diciéndoles: “tardos de corazón” para creer todo lo que la Palabra, por medio de los profetas, había dicho y que se cumplirían las Escrituras de acuerdo a la promesa del mesías.
  2. Ahora bien, en nuestro caso, contamos con las promesas del antiguo testamento y del nuevo testamento; es decir, una mayor evidencia del cumplimiento de las Escrituras para comprender que Dios no dejará a sus hijos sin respuesta y sin compañía en los tiempos difíciles.
  3. En efecto, se cumplió la palabra en cuanto a que vendría el Mesías, que padecería por los pecados de la humanidad, pero que resucitaría al tercer día; dando así la victoria sobre el pecado. El libro de los Hechos 1:1-3, nos dice que Jesús se presentó resucitado, con muchas pruebas indubitables, apareciendo durante 40 días a sus discípulos y a muchos; también lo señala el libro de Corintios, diciendo que se mostró a más de 500 hermanos a la vez. Y antes de ascender al cielo, prometió que estaría con los creyentes hasta el fin del mundo.
  4. Por tanto, la Palabra del Señor esta noche nos llama la atención para creer y no dudar, que en medio del temor y la dificultad, no estamos solos, sino que Él camina a nuestro lado.
  5. Pero estos caminantes de Emaús, tuvieron un gran acierto, que también nos enseña algo importante a nosotros. Le dijeron al Señor: “quédate en nuestra casa, pues se hace tarde”. Fue en esta instancia donde se les reveló que Jesús estaba con ellos y pudieron reflexionar acerca de la Palabra y las promesas. Allí pudieron vivir una experiencia personal con Jesús.
  6. Invitar a Jesús a nuestro hogar, a nuestra vida, es fundamental; pues el Señor provee el pan, lo bendice y lo comparte. Esta acción encierra una verdad maravillosa. Él representa el pan de vida que fue partido y repartido a otros en su quebranto. Así entonces Dios, por medio de Jesucristo, nos toma, nos bendice; pero también hay quebranto cuando somos partidos. El relato lo dice claramente: “Jesús tomó el pan, y lo bendijo, lo partió, y les dio”. De esta manera puede ser compartido a otros, pues, si somos bendecidos en nuestro peregrinaje por esta vida, aún en pruebas y dificultades, podemos compartir la vida de Cristo que está en nosotros. De este modo, somos bendecido por Dios pero también podemos bendecir a otros.
  7. La reflexión final de este relato bíblico, se resume en dos puntos: el primero es la pregunta de Jesús: ¿por qué estamos tristes?. Nuestra esperanza no está puesta en situaciones o personas, sino en Dios y en la persona de su Hijo Jesucristo. Dejemos esta noche a sus pies la preocupación, la tristeza; para levantar nuestro corazón y recibir la fortaleza de Dios para nosotros. Pues, en medio de la dificultad, Jesús camina junto a nosotros. En segundo lugar, Él nos invita a que creamos en su palabra y, tal como los caminantes de Emaús, que en su reflexión final expresaron: “no ardía nuestro corazón cuando nos hablaba en el camino y abría las escrituras”
  8. Entonces, permita que su corazón reciba el amor del Señor y arda de alegría al escuchar su palabra. Llénate de esperanza, querida hermana, querido hermano; Jesús camina junto a ti. Además, puedes invitarle a quedarse en tu casa.

Radio LNB. Programa “Oremos”