TEMA: “Una experiencia camino a Emaús” San Lucas 24:13-32
La experiencia de caminar a Emaús
- Emaús era una aldea que quedaba a 12 kilómetros de Jerusalén y Emaús significa: “primavera templada”.
- Lo que veremos en esta ocasión sobre el pasaje bíblico, es la significancia y experiencia que tuvieron los caminantes a Emaús; tanto en el camino, como al llegar a su hogar.
- Qué enseñanza y qué riqueza espiritual nos puede dejar a nosotros, es lo que veremos a continuación.
- El contexto del relato es que estaba la noticia de la muerte de Jesús y todo lo que significó este momento para todos sus discípulos que habían creído en su palabra.
- Mientras ellos caminaban, sin percatarse que Jesús era quien se había sumado al camino junto a ellos, Él les hace una gran pregunta acerca de qué conversaban y por qué estaban tristes.
- El hecho de la muerte de Jesús había sido algo muy traumático y difícil para la comunidad de creyentes. Del mismo modo, cada uno de nosotros precisamente transitamos nuestro propio camino a Emaús, pensando y viviendo nuestros propios problemas que nos aquejan.
- Al igual que estos caminantes del relato, pensamos que llevamos una carga en el trayecto, de dificultad y de pesar, no considerando que en medio de ese tránsito, el Señor, ¡de todos modos¡ va junto a nosotros.
- Vaya también la misma pregunta para cada uno de nosotros esta noche, de acuerdo a lo que estemos viviendo: ¿Por qué estás triste? ¿Por qué estamos tristes? si también Jesús el Señor, de todos modos camina a nuestro lado?.
Jesús nos habla de camino a Emaús y en Emaús
- En medio de la dificultad y la tristeza de los caminantes del relato bíblico, Jesús comienza a mostrarles las Escrituras desde Moisés, pasando por los profetas, y les interpela diciéndoles: “tardos de corazón” para creer todo lo que la Palabra, por medio de los profetas, había dicho y que se cumplirían las Escrituras de acuerdo a la promesa del mesías.
- Ahora bien, en nuestro caso, contamos con las promesas del antiguo testamento y del nuevo testamento; es decir, una mayor evidencia del cumplimiento de las Escrituras para comprender que Dios no dejará a sus hijos sin respuesta y sin compañía en los tiempos difíciles.
- En efecto, se cumplió la palabra en cuanto a que vendría el Mesías, que padecería por los pecados de la humanidad, pero que resucitaría al tercer día; dando así la victoria sobre el pecado. El libro de los Hechos 1:1-3, nos dice que Jesús se presentó resucitado, con muchas pruebas indubitables, apareciendo durante 40 días a sus discípulos y a muchos; también lo señala el libro de Corintios, diciendo que se mostró a más de 500 hermanos a la vez. Y antes de ascender al cielo, prometió que estaría con los creyentes hasta el fin del mundo.
- Por tanto, la Palabra del Señor esta noche nos llama la atención para creer y no dudar, que en medio del temor y la dificultad, no estamos solos, sino que Él camina a nuestro lado.
- Pero estos caminantes de Emaús, tuvieron un gran acierto, que también nos enseña algo importante a nosotros. Le dijeron al Señor: “quédate en nuestra casa, pues se hace tarde”. Fue en esta instancia donde se les reveló que Jesús estaba con ellos y pudieron reflexionar acerca de la Palabra y las promesas. Allí pudieron vivir una experiencia personal con Jesús.
- Invitar a Jesús a nuestro hogar, a nuestra vida, es fundamental; pues el Señor provee el pan, lo bendice y lo comparte. Esta acción encierra una verdad maravillosa. Él representa el pan de vida que fue partido y repartido a otros en su quebranto. Así entonces Dios, por medio de Jesucristo, nos toma, nos bendice; pero también hay quebranto cuando somos partidos. El relato lo dice claramente: “Jesús tomó el pan, y lo bendijo, lo partió, y les dio”. De esta manera puede ser compartido a otros, pues, si somos bendecidos en nuestro peregrinaje por esta vida, aún en pruebas y dificultades, podemos compartir la vida de Cristo que está en nosotros. De este modo, somos bendecido por Dios pero también podemos bendecir a otros.
- La reflexión final de este relato bíblico, se resume en dos puntos: el primero es la pregunta de Jesús: ¿por qué estamos tristes?. Nuestra esperanza no está puesta en situaciones o personas, sino en Dios y en la persona de su Hijo Jesucristo. Dejemos esta noche a sus pies la preocupación, la tristeza; para levantar nuestro corazón y recibir la fortaleza de Dios para nosotros. Pues, en medio de la dificultad, Jesús camina junto a nosotros. En segundo lugar, Él nos invita a que creamos en su palabra y, tal como los caminantes de Emaús, que en su reflexión final expresaron: “no ardía nuestro corazón cuando nos hablaba en el camino y abría las escrituras”
- Entonces, permita que su corazón reciba el amor del Señor y arda de alegría al escuchar su palabra. Llénate de esperanza, querida hermana, querido hermano; Jesús camina junto a ti. Además, puedes invitarle a quedarse en tu casa.
Radio LNB. Programa “Oremos”