TEMA:“La Esperanza no avergüenza”  Basado en Romanos 5:5

Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios está derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos es dado”.

                                  La esperanza, un ancla en la vida

  1. Muchas veces se dice que la esperanza es lo último que se pierde en la vida de una persona, pero la significancia de esto va más allá de un concepto de vida.
  2. La esperanza es un valor que Dios nos enseña y que las escrituras proponen al creyente, donde incluso la restauración de la creación está sujeta a esperanza (Romanos 8:20).
  3. De tal modo que el problema del pecado original y todo lo que ello implicó, pudiera tener un día un punto de restauración de todas las cosas y de redención; como dice el mismo libro de Romanos el verso 20 del capítulo 5: “más, cuando abundó el pecado, sobreabundó la gracia”.
  4. Entonces estamos hablando de que, desde la perspectiva de Dios, aunque todo fue contaminado con el pecado, la creación y el hombre, Dios se propuso restaurar todas las cosas en Cristo Jesús. Esto, en esperanza.
  5. De este modo, quienes esperan en Dios, en sus promesas y en su palabra, no quedará a la deriva puesto que en fe y esperanza, encontrarán un día respuesta a sus peticiones, a sus angustias, a sus dificultades.
  6. Esta noche, Dios nos invita a que la palabra de hoy, la cual nos dice que “la esperanza no avergüenza”, la tomemos con todas nuestras fuerzas, aún y cuando todo pueda ser adverso, puesto que no estamos confiando en hombre, ni en ideas humanas, sino que en el creador de todas las cosas y en su Hijo Jesucristo, quien vino como dice su palabra: “a salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10)

                                  Confiando en el Dios de la esperanza

  1. De acuerdo a la palabra del Señor, todas las promesas estaban dirigidas a Israel, el pueblo de Dios. Sin embargo, en el libro de Isaías, se profetiza acerca de un grupo humano llamado: “los gentiles”, es decir, los no judíos, quienes también podrían alcanzar las promesas y la misericordia de Dios, puesto que Jesús mismo les traería las buenas nuevas de salvación para ellos. Como dice Romanos 15: “Yo te confesaré entre los gentiles y cantaré a tu nombre”.
  2. En el verso 12 del capítulo 15 de Romanos, dice: “los gentiles esperarán en Él”. Luego, continúa diciendo: “y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer”
  3. Por tanto, la esperanza es una palabra dada por Dios a todos nosotros y que fue escrita por el profeta Isaías en el año 700 a.C.
  4. Ahora entonces, anidada en nuestros corazones como creyentes, como pueblo de Dios, la esperanza es un don en nosotros para no desmayar, de tal manera que recordemos cada día que Dios pensó en nosotros y se muestra en el libro de Romanos como “el Dios de esperanza”.
  5. Es por ello que esta noche, queremos levantar esta palabra, para que anime nuestros corazones.
  6. Si la esperanza no avergüenza, es porque está puesta en el Dios del universo y en la obra restauradora de su Hijo Jesucristo quien redimió a los hombres del pecado y nos acercó al Padre nuevamente.
  7. Tal vez, en ocasiones pensemos que llevamos mucho tiempo y que el avance de nuestra fe y la solución de nuestros problemas es tan pequeño, pero hoy su palabra nos habla al corazón. Somos a quienes se nos ha manifestado la gracia de Dios. Por tanto, la palabra nos vuelve a decir en Romanos, en el capítulo 5, el verso 3 y 4, Pablo señala: “nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia, y la paciencia prueba, y la prueba esperanza”, volvemos al verso 5: “Y la esperanza no avergüenza”.
  8. El amor de Dios está esta noche para acogernos nuevamente, Acoger nuestra peticiones, nuestras dificultades, nuestras dudas, nuestro clamor, nuestra esperanza. El amor de Cristo nos constriñe.
  9. Sintamos hoy la fortaleza de Dios en nuestra vida a través de su amor.

Radio LNB. Programa “Oremos”