Tema: “La Oración de Fe sanará al enfermo”

 “Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados”

Santiago 5:15

El ámbito en que se encuentra la oración de fe

  1. La oración por sanidad si bien es cierto la ministran los pastores de la iglesia según el procedimiento que enseña el libro de Santiago, también la iglesia puede orar por los enfermos como cuerpo.
  2. Aunque existía también en el inicio de la iglesia primitiva el orar ungiendo a los enfermos con aceite, hoy también es posible hacerlo en algunos casos, pero no es un requisito para orar por un enfermo.
  3. El estado de los creyentes de una comunidad puede ser, como señala también el apóstol Santiago, esta alegres, afligidos o enfermos. Para cada una de estas condiciones o estación de nuestra vida, Dios tiene una motivación para nosotros.
  4. Los estados de nuestro ánimo pueden variar, pero el Señor con su Espíritu Santo estará siempre de nuestro lado.
  5. Para el caso de las personas afectadas en su condición de salud, el procedimiento es: orar y ministrarles sanidad.
  6. Entonces, la oración de fe pasará a tomar importancia cuando estamos en presencia de algún enfermo.
  7. ¿Cuál será nuestro estado hoy? Alegres, afligidos o enfermos?
  8. Dios nos invita a orar en fe, pues de cualquiera de estas situaciones, Dios nos levantará.

Esperar lo que no se ve o aún no tenemos

  1. ¿Por qué nos habla la palabra hoy de la oración de fe?
  2. La oración de fe pone los recursos en Dios y no en las circunstancias. Entonces va más allá de lo que estamos viendo.
  3. El ejemplo de fe lo señala Hebreos 11 diciendo que “por la fe”, por ejemplo Noé fue advertido por Dios acerca de las cosas que aún no se veían, pero con temor preparó el arca para que su casa se salvase.
  4. De esta manera, la fe es contar con aquello que no vemos hoy, pero, en las manos de Dios.
  5. Nosotros no tenemos las competencias para que las cosas cambien, pero nuestra fe depositada en Dios sí permite que Dios abra la puerta que puede estar cerrada, rompa las cadenas que atan a una persona y levante a aquel que está enfermo.
  6. Otro aspecto, es que, si el enfermo hubiese pecado, los pecados le son perdonados a través de la ministración.
  7. Jesús ministró a los enfermos, diciendo primero “tus pecados te son perdonados, toma tu lecho y anda” (Mt. 9:2) Jesús no sólo puede sanar nuestras dolencias, sino que salvarnos y también puede sanarnos espiritualmente.
  8. Dios nos pregunta siempre: ¿Cuál es tu dolencia? ¿Qué nos aqueja? Esta noche ministraremos al Señor a los enfermos con la oración de fe.
  9. Pongamos nuestras cargas a los pies de Cristo.