TEMA: Dialogando con mi alma. Salmos 103:2-5
2 Bendice, alma mía, a Jehová,
Y no olvides ninguno de sus beneficios.
3 El es quien perdona todas tus iniquidades,
El que sana todas tus dolencias;
4 El que rescata del hoyo tu vida,
El que te corona de favores y misericordias;
5 El que sacia de bien tu boca
De modo que te rejuvenezcas como el águila.
El Salmista confrontaba su alma, de tal manera que no se olvidara del bien de Dios realizado en su favor. Incluso llegó a increpar su alma para que no se olvidara de la misericordia de Dios. ¿“Por qué te bates alma mía y te turbas dentro de mi”? Salmos 42:5
Esto nos ocurre muchas veces a nosotros, puesto que frente a una situación de prueba o dificultad, nos angustiamos a tal punto que llegamos a perder la esperanza, sin tomar en cuenta las muchas veces en que Dios nos ha levantado y nos ayudado en los momentos difíciles. Por este motivo el diálogo introspectivo con nosotros mismo (nuestra alma) nos ayudará para no desmayar en la fe, sabiendo que Dios y su hijo Jesucristo; quien intercede por nosotros, esta siempre dispuestos a fortalecernos, en la medida que le reconozcamos como nuestro Señor y salvador.
LNB. Programa “Oremos”