¿Alguna vez has sentido temor de lo que pueda pasar en el futuro? Quizá este sentimiento se ha vuelto en el común denominador en estos tiempos de incertidumbre, en los que una pandemia está azotando la salud y la economía mundial.
Sentir miedo es algo que a veces no podemos evitar, a pesar de conocer a Dios y tener la seguridad de que Él nos cuida, hay algo dentro de nosotros que se estremece cuando pensamos: ¿Qué pasará con mi vida?, ¿Podré terminar mi carrera?, si pierdo mi empleo ¿Será que lograré conseguir otro sabiendo cómo está la economía en mi país?, ¿Llegaré a triunfar en la vida?, ¿Qué será de mi familia?
Pueden existir miles de razones para sentir miedo, mas ¿quién te hizo creer que eres incapaz de vencerlo? ¿Acaso no tienes las herramientas necesarias? ¿Crees que estás solo en esta lucha?
No permitas que los pensamientos del enemigo llenen tu mente, porque Dios te dijo:
Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.
Isaías 43:2 (RVR1960)
Quizá últimamente tienes miedo a los desafíos del mañana, es posible que muchos de tus sueños hayan sido frustrados, tal vez no sabes qué harás para pagar tus deudas. No tengo una respuesta a todo eso, pero déjame decirte que, ante todo: ¡Dios está contigo!
Comienza a cerrar las puertas del temor que sólo te llevan a la angustia y a la ansiedad. Dobla tus rodillas y empieza a clamar por su ayuda. Él no se negará en dártela, pues su amor es tan grande que no hay espacio para el temor.
Su palabra dice en 1 Juan 4:18 (RVR1960):
En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.
El amor y el temor son opuestos, jamás podrán estar juntos, o hay amor o hay temor ¿Cuál prefieres?
Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.