Construir una casa en un lugar sólido es de suma importancia. El cimiento, los pilares y el tipo de material, son elementos fundamentales a considerar a la hora de construir. Esto, en el caso del matrimonio, es similar.
Un matrimonio fortalecido desde sus bases, permanecerá frente a los embates de la vida. Por tanto, nos cabe la pregunta: ¿Estoy construyendo mi matrimonio en tierra firme?
Estamos claros acerca de ¿qué significa esta gran empresa de vivir juntos y formar un hogar para siempre? Es hora de la reflexión.
Cuatro aspectos importantes a considerar como base de nuestro matrimonio:
- El amor y su desarrollo. Trabajar en construirlo, alimentarlo constantemente, más aún toda la vida. Llegar a saber que el amor consiste en dar y darse a sí mismo, más que esperar recibir.
- Tener un proyecto de familia. Pregustarse qué tipo de familia queremos construir. Cuántos hijos tendremos, dónde queremos vivir; cómo llevaremos las finanzas. Cómo nos relacionaremos con nuestra familia de origen. Cuáles son nuestros valores y principios como matrimonio. Son conversaciones que se deben sostener al pensar en un proyecto de familia. El no considerar estos elementos, podemos encontrarnos con grandes sorpresas al estar ya unidos como matrimonio y enfrentarnos a conflictos indeseados.
- Trabajar en definir la forma de relacionarnos en la resolución de conflictos; cómo y de qué manera podemos enfrentar las diferencias, sacar experiencia y no herirnos.
- El desarrollo de virtudes en el vinculo conyugal y familiar. Escuchar, amar, perdonar, sobrellevar, construir, sanar entre otras.
Jesús dio un ejemplo acerca de la importancia de construir una casa sobre la arena o sobre la roca. ¿Dónde construirás tú?
Fundación Para La Familia.